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PROPUESTA PEDAGÓGICA Y DIDÁCTICA PARA LA CONSTRUCCIÓN
DE PENSAMIENTO HISTÓRICO A PARTIR DEL PENSAMIENTO NARRATIVO EN NIÑOS Y NIÑAS
ENTRE 5 Y 7 AÑOS DE EDAD
RESUMEN
La construcción de pensamiento
histórico en la educación infantil, demuestran no sólo que los niños y niñas,
desde muy temprana edad, cuentan con las capacidades para adquirir información
importante sobre temporalidad, causalidad, uso de fuentes y su interpretación,
sino que, además, tienen gran interés en conocer y comprender acerca de temas y
hechos del pasado que superan los tópicos de dinosaurios, castillos, príncipes
y princesas.
Existen muchas reservas e
inseguridades que impiden contribuir al desarrollo del pensamiento histórico en
estas edades, desconociendo así su enorme contribución en la consolidación de
un sujeto cívico, político, cultural y social. En cambio, existe gran
coincidencia acerca del valor del pensamiento narrativo o el uso de relatos
como recurso didáctico en la educación infantil.
Una perspectiva más socio histórica
que psicoevolutiva del aprendizaje humano, en la que el adulto significativo es
elemento clave, y un enfoque de investigación en educación basado en la
reflexión consciente e informada de la práctica docente por parte de los
profesores, permite ofrecer un marco pedagógico y didáctico para la elaboración
de representaciones históricas, a través de una de las formas de expresión
humana más potentes para organizar y comprender la realidad “el pensamiento narrativo”.
PROBLEMA
Y CARACTERÍSTICAS
Este trabajo se adhiere a las
perspectivas metodológicas de tipo cualitativo conocidas como
investigación-acción y observación participante, dado que los profesores y
profesoras del nivel obligatorio de preescolar de los cuatro colegios de Bogotá
(dos públicos y dos privados) con los que actualmente se realiza el estudio,
han actuado como observadores e investigadores naturales de los distintos
procesos iniciados para obtener información sobre la construcción de pensamiento
histórico a través del narrativo.
FUNDAMENTACION
La conciencia
de pasado es tan importante para el individuo como para la sociedad. A través
de la historia, podemos descubrir el registro de la raza humana, compartirlo y
formar parte de él. Es una conciencia que, alimentada en la infancia, crece a
lo largo de la vida.
El pensamiento histórico se entiende aquí como la formación del
conocimiento sobre la sociedad desde una perspectiva procesual, es decir,
comprendiendo el devenir humano y la manera como se han llegado a tener las
estructuras actuales. En la infancia, y también en los años posteriores, esta
comprensión tiene que ver con la búsqueda y uso de fuentes de información, la
formulación de preguntas para comprender los cambios que se han producido a lo
largo del tiempo y el reconocimiento de variadas y diversas interpretaciones
del pasado, el presente y el futuro.
Hasta hoy, es visible la ausencia del trabajo pedagógico intencionado
para contribuir en la elaboración de representaciones históricas en la primera
y segunda infancia, lo cual dificultad la creación de relatos propios que
sienten las bases que a posteriori permitirían participar en la construcción de
sociedad y ciudadanía como sujeto de la historia y no como objeto de la misma.
Sobre los estudios que preceden a la
presente investigación, es importante anotar que
el proyecto surgió en el marco del
trabajo que el Grupo de Investigación en Enseñanza de la Historia (GIEH) de la
Universidad Nacional, realizó con algunos colegios distritales de Bogotá durante
el año 2007, como parte de una propuesta curricular de la Secretaría de
Educación del Distrito (SED, 2008).
A través de la aplicación de los
distintos proyectos, los(as) maestros(as) hacen seguimiento a los procedimientos
y procesos intelectuales relacionados con la forma de pensar históricamente
desde la narratividad: capacidad de secuenciación, reconocimiento de
simultaneidad, construcción de líneas temporales, identificación de semejanzas
y diferencias de distintos momentos, objetos y lugares, uso e interpretación de
fuentes, presencia de vocabulario o lenguaje temporal-cronológico, entre otros.
ü Algunas menciones al tema
de la didáctica de las ciencias sociales durante los primeros años, en estudios
hechos por los historiadores españoles Cristófol trépat (1998) y Joaquín Prats
(2001). Aunque la mayoría de sus trabajos se concentran en la educación básica
y secundaria, llaman la atención sus recurrentes observaciones acerca de la
necesidad de generar, desde los primeros años, auténticas habilidades y
conocimientos propios del oficio del historiador.
ü Las aproximaciones más
cercanas a la propuesta que da el título a este artículo, se encuentran en los
análisis y desarrollos investigativos hechos por Hillary Cooper al currículo
nacional inglés (2002). La autora se refiere a la enseñanza de la historia
desde los tres años de edad, y ofrece a través de tres líneas que a su modo de
ver conforman el pensamiento histórico, una serie de aplicaciones didácticas y
de trabajo en el aula para la educación infantil y primaria.
ü Liz Wood y
Cathie Holden (2007) hacen valiosos aportes en materia de actividades y recursos didácticos,
contando con una sólida base epistemológica y pedagógica.
Como resultado del análisis
de los anteriores trabajos y de las investigaciones de trabajo en el aula
realizadas con profesores del nivel denominado “transición” en algunos colegios
públicos y privados de Bogotá, la presente investigación ofrece orientaciones
de tipo pedagógico y didáctico que permitan al alumnado pensar históricamente a
través del pensamiento narrativo,
ü Hayden White
señala (1992),
la cuestión de la naturaleza de la narración suscita la reflexión sobre la
naturaleza misma de la cultura e, incluso, la naturaleza propia de la
humanidad.
La presentación de la propuesta pedagógica y didáctica es la resultante
y fin último del análisis realizado para este trabajo alrededor de las
siguientes preguntas:
§ ¿Cómo se construye
pensamiento histórico a partir del pensamiento narrativo entre los 5 y 7 años
de edad?,
§ ¿Qué conocimientos y
habilidades se adquieren o potencian con el desarrollo del pensamiento
histórico con base en la elaboración de relatos y narraciones?
Finalmente, se cristaliza la propuesta pedagógica y didáctica al dar
respuesta a la pregunta:
§ ¿de qué forma los
educadores y educadoras podrían intervenir significativamente en el desarrollo
del pensamiento histórico a partir del pensamiento narrativo?
Lo anterior con el objeto de dilucidar y ampliar el debate acerca de
algunos de los supuestos formulados inicialmente en esta investigación, y en
los que se sustentan los argumentos sobre la necesidad de desarrollar esta
forma de conocimiento y aprendizaje desde los primeros años.
1. al igual que todos los
individuos, los niños y niñas son sujetos y no objetos históricos, esto
significa que deben y pueden hacer la historia participando en la conformación
de su propio destino, reconociéndose como ciudadanos de la aldea mundial.
2. El conocimiento que se
adquiere en el ámbito escolar no puede fundamentarse solamente en el desarrollo
de destrezas; se requieren dominios cognitivos que permitirían obtener
representaciones históricas a través de las cuales el niño aprehendería el
acervo de experiencias humanas que posibilitan la imaginación y la creación.
3. Desde muy temprana edad, se
dispone de las herramientas conceptuales para construir pensamiento histórico,
pero todavía existe predominio de prácticas educativas que minimizan este
aprendizaje bajo el supuesto de que aún no es tiempo de adquirirlo.
Este último punto reviste gran preocupación, considerando el papel que
juega la educación tanto en la comprensión de la cultura y la vida en sociedad,
como en la configuración de los mecanismos de autorealización personal y
alcance de logros que permiten desarrollarse a plenitud como ciudadano e
individuo.
·
En este sentido, vale la
pena destacar lo señalado por Bruner (1997) frente al papel de la educación, y
justamente la incidencia del desarrollo del pensamiento narrativo y del
pensamiento histórico para enfrentar los retos a los que los educadores y
aprendices nos vemos abocados en la actualidad:
Ahora bien, aún queda por
resolver la segunda inquietud planteada al inicio del artículo:
¿Qué significa pensar
históricamente entre los 5 y 7 años de edad? Las citas de diálogo con los niños
que introducen este texto, nos ofrecen en gran parte la respuesta. Nos hablan
de las capacidades incipientes o embrionarias con las que se cuenta a esta edad
o del anclaje de conocimientos previos, del interés o motivación que tienen los
infantes alrededor de temas del pasado que se relacionan con su presente, y de
la necesidad de potenciar tales aprendizajes para formar sujetos históricos.
Las autoras del libro Teaching
early years history señalan cinco líneas del
pensamiento histórico:
1. comprensión cronológica
2. conocimiento y comprensión de acontecimientos personas y cambios en
el pasado
3. interpretaciones de la
historia
4. investigación histórica
5. organización y
comunicación.
Hillary Cooper se refiere a
tres tareas que conformarían dicho aprendizaje:
comprender el cambio en el
tiempo
reconocer distintas
interpretaciones del pasado
realizar inferencias y
deducciones de las fuentes.
JUICIO CRITICO
Es visible en
la actualidad ver la ausencia del trabajo pedagógico intencionado para
contribuir en la elaboración de representaciones históricas en la primera y
segunda infancia, lo cual dificulta la creación de relatos propios que sienten
las bases que a posteriori permitirían participar en la construcción de
sociedad y ciudadanía como sujeto de la historia y no como objeto de la misma.
ANEXOS
LÍNEAS DEL PENSAMIENTO HISTÓRICO
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